La Plata vivió este sábado una de esas veladas que quedan en la memoria colectiva. En el marco del ciclo Noches Capitales, el Hipódromo se transformó en un espacio de celebración cultural con la llegada de Andrés Calamaro, que protagonizó un reencuentro multitudinario con un público que lo sigue con devoción desde hace décadas.
Bajo un cielo despejado y con una convocatoria que desbordó expectativas, la ciudad recibió al artista con la solemnidad de los acontecimientos que trascienden lo meramente musical.
El Salmón aterrizó en la capital bonaerense con su Agenda 2025 Tour, una gira que viene recorriendo Latinoamérica y Europa y que mantiene el sello clásico de sus presentaciones: listas de temas cambiantes, versiones inesperadas y una interpretación siempre viva. Acompañado por su banda habitual —German Wiedemer, Julián Kanevsky, Mariano Domínguez, Andrés Litwin y Brian Figueroa, junto a los vientos de Andrés Ollari y Pablo Fortuna— Calamaro ofreció un show firme, eléctrico y emocional, reafirmando una vigencia que no necesita artificios.
El Hipódromo, adaptado especialmente para las grandes fechas del ciclo, respondió con una acústica precisa y una puesta que permitió que cada matiz llegara nítido al público. Desde los primeros acordes, la conexión fue total: seguidores históricos y nuevas generaciones cantaron de punta a punta clásicos como Flaca, Sin documentos, Media verónica, Los chicos, Estadio Azteca y Para no olvidar, himnos que forman parte del ADN musical argentino y que en La Plata encontraron un eco masivo.
nvitados que elevaron la noche
A esa estructura ya poderosa, la velada sumó momentos inesperados que terminaron de consagrarla. Santi Motorizado, referente indiscutido del sonido platense, subió al escenario para interpretar junto a Calamaro una versión celebrada de Cuando no estás, aportando emotividad y un guiño directo al público local.
Luego, Juanchi Baleirón, voz de Los Pericos, imprimió su estilo inconfundible en A los ojos y volvió al escenario para participar del cierre explosivo con Los Chicos, que desató un final colectivo lleno de energía.
Un cierre cargado de mística
Como si la noche necesitara un gesto final, Manuel Moretti, cantante de Estelares, se sumó para cantar Estadio Azteca junto a Calamaro. La unión, cargada de historia y respeto, atravesó emocionalmente a las miles de personas presentes, que respondieron con una ovación unánime. Las colaboraciones no fueron un detalle: formaron parte esencial de la mística de una jornada que quedará en la memoria cultural de La Plata.
Lejos de limitarse a un repaso previsible, Calamaro volvió a apostar por un repertorio dinámico. Rescató canciones menos frecuentes, jugó con arreglos, improvisó y mantuvo viva esa tradición suya de mover las piezas sobre el escenario. Esa libertad, que define su identidad artística, generó un ida y vuelta vibrante con una audiencia que acompañó cada matiz con intensidad y emoción.
La ciudad, otra vez, fue escenario de un acontecimiento que confirma el crecimiento del ciclo Noches Capitales y el rol del Hipódromo como punto neurálgico de los grandes eventos: una noche donde la música, la historia y la comunidad se unieron para construir un capítulo inolvidable.
Un hecho insólito generó sorpresa y controversia en Berisso: aparecieron nuevos carteles callejeros donde la calle 163, históricamente llamada “Libertad”, ahora figura como “Libertad a Cristina”.
La situación llamó la atención de los vecinos porque la denominación original se mantiene, pero con un agregado que muchos interpretan como un mensaje político directo, vinculado al pedido de libertad para la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. La pregunta que comenzó a circular es clara: ¿Hubo una ordenanza que modificó el nombre o alguien aprovechó la coincidencia para sumar una consigna?
El tramo donde se detectó esta particular denominación va desde la calle 13 hasta la 18, según informaron vecinos que se comunicaron con medios locales para advertir sobre la irregularidad. También señalaron que no hubo anuncios oficiales ni comunicaciones del Municipio que explicaran el cambio.
Mientras tanto, crece la incertidumbre y los reclamos para que el Municipio o el Honorable Concejo Deliberante aclaren si existe una normativa que respalde esta modificación o si se trata de una intervención con fines estrictamente políticos.
Por ahora, los carteles siguen ahí. Y las preguntas también.
“De un buen árbol, el fruto debe ser igual”, dice el refrán pero su naturaleza cambia si se trata de una cosa apasionante como el fútbol. Linda gente que por 90 minutos se olvida de todo, como se dará el lunes a las 17 horas en una cancha que lleva cien años de historias… Un partido que es todo un viaje de ida… y con pasaje a la final. Hinchas compinches en cada encuentro, que en una misma tribuna se hermana, para cantar, silbar o alentar. Allá lejos, en una nota que hoy saco del cofre de recuerdos, intenté encontrar razones en los casos (no pocos) donde un padre se encuentra ante la decisión de un hijo que elige los colores del rival. Con el grabador y distintos fotógrafos (el Gordo Cermele, pincha; el Tano Di Renzo, boquense; Javier Brusco, del Diablo) fueron un par de días de charla, donde además particieron hermanos, algún abuelo y por supuesto esas madres que dieron literalmente la vida. Empezamos por el Barrio Norte, en 34 entre 12 y 13 donde el dueño de casa (había nacido en 1927) afirma que toda la manzana era plaga rojiblanca, pero como Eugenio Rendani había aprendido a caminar pateando como “Pancho” Varallo, su alma se encariñó con Gimnasia y Esgrima. Pero su único hijo Daniel, de 1959, se hizo del León a pesar de que “de chiquito le había comprado el equipito completo, pero a los 8, cuando Estudiantes fue el furor y empezó a andar bien, se cambió de camiseta. El pibe tuvo un argumento más: “En la cuadra donde me creié eran todos los pibes de Estudiantes”.
Caso increíble en la zona de Plaza Brandsen, ahora Perón. Jorge Piatti es un pincha no al extremo, uno de los hijos siguió la ley, pero el otro pibe, Darío Piatti, hizo una “transfusión” de sangre después de un fin de año saliendo con los primos. “Fui hasta los 9 años de Estudiantes, pero en una recorrida de la quema de muñecos, yendo en el auto con cuatro primos hinchas de Gimnasia, algo cambió… Recuerdo que en ese 505 dije para adentro ‘yo soy del Lobo’, y entonces con el tío Negro empecé a seguir a Gimnasia”.
En La Loma, los Carattoli tenían tradición albiazul desde que en 1933, cuando uno de la sangre escribió el vals para ese gran equipo. Sin embargo, su hijo salió Pincha apenas vio los colores, y más adelante seguirán los desencuentros. A don Néstor Armando Carattoli lo siguieron las hijas, pero no el crío, Mariano, un ex arquero del fútbol liguista. Una familia que, más allá de la pelotita, tiene a un grande del boxeo como José Domingo Carattoli (1906-1974).
Entrando a una casa de 151 entre 70 y 71 donde un amigo, Claudio “El Choco” Ambrosi (hijo pincha) se gastaba con aquel viejo divino Jorge Ambrosi (recordado padre tripa) para enterarnos que toda la rama familiar es de Gimnasia, «menos yo”, contaba el morocho que a los 14 años hizo una bandera albirroja y le puso Los Hornos es Pincha. “Pero al volver a casa mi papá discutió con mamá porque cómo podía ser que me dejara ir a la cancha y encima me subiera a colgarla a una torre de iluminación. Me retó, no me olvido más, y le contesté ‘vos estás caliente porque te rompimos el culito… Si la vieja no se metía en el medio me mataba, pero me metí al baño y no salí por tres horas”. Claudio no aceptó regalitos de Papal Noel azul y blanco como alguna camiseta de la desaparecida casa de deportes Bastons, mientras los tres hermanos sí que tenían obsequios del Lobito.
Y pasé por Gambier, donde pude conocer la pasión de los Veiga, cuando el abuelo “Pepe” hablaba de aquellos equipazos de Estudiantes aunque tuvo un familiar gimnasista en la era amateur. Pero a don Pepe la vida le regaló un solo hijo varón, que a pesar de llevarlo cerca del pino de 1 y 57, “pero se aburría, yo le decía ‘hijo mirá el partido’, si, papá, pero miraba cualquier cosa”. Raulito agarró la otra vereda que lleva al Bosque, gracias a un chofer que era del barrio y llevaba al periodista Bello a cubrir las prácticas y partidos de Gimnasia. Más tarde, a Raúl, para el que “ser de Gimnasia es algo especial, se nace” (él es de 1949) tuvo el mismo “dilema” porque sus cinco hijos se repartieron pasiones, pero uno de ellos, Leandro (de 1976) jugó en Estudiantes hasta la cuarta. Además, Pablo (de 1977) y María Soledad (de 1985) también le hicieron la contra… Al menos Raúl achicó la cuenta 3 a 2 cuando Mauro (el mayor, de 1984) e Ignacio (1981) alientan al mismo escudo Decano como les enseñó el progenitor. Raúl mantiene los valores: “No les hago chanzas, porque no me gustan que me las hagan”. A eso le agrega la sinceridad de una anécdota juveni: “He ido a ver a Estudiantes en un camión, y mis amigos no me lo perdonaron nunca. Aparecí en una foto en la final del Metropolitano ‘67”. Y Leo dice: “Cuando empecé a entender algo a los 7 años, yo veía con un tío el heroico tres a tres contra Gremio, y mi viejo capaz que el sábado me llevaba a ver un partido de la B de Gimnasia con Sarmiento. Aparte a los 8 entré a la Colonia Pincha, por decisión de mi mamá (Marta) que es pincha”.
Llegamos al Parque San Martín a un hogar de cuatro, en 56 y 19. Agustín tenía 11 años cuando en 2006 vio brillar a Verón con el titulo, cuando papá Martín Potenza le daba caramelos y lo llevaba con pañales al Estadio Unico. Ahí terminaron en empate en dos, por las mujeres, mamá Karina y María Luz. “No conozco muchos casos donde a un padre se le escape el varón, y en el caso de mi hijo lo hice socio al minuto de nacer, mientras que por mi hija no hice demasiada fuerza”. En la cadena de la descendencia, en esta casa Martín sabía que el bisabuelo Fernando era de Gimnasia, pero alguien nos salvó y fue mi viejo, que jugó hasta la Tercera en Estudiantes, año 1967”.
Aterricé en El Mondongo, vereda contraria a la Biblioteca Euforión, en lo de los Ippoliti, en una lucha apasionante, que comienza con las anécdotas graciosas de parte de Néstor, vitalicio de Estudiantes cuando el club cumplió su centenario. Con tres de los cuatro hijos del mismo linaje, y bromeando que el más chico “salió fallado… Una tarde volvió con el conjunto azul y blanco, en la calle lo atajaron los Fracassi que le regalaron la ropa de Gimnasia». Pero el hijo modificó la versión: “Recuerdo que era el año 1975 y fuimos a la cancha de 1 y 57 para ver un clásico por la Copa Gaceta, Gimnasia ganó en los penales 5 a 3 y ese día tomé mi decisión”. Los demás varones (tres) siguieron al padre, con una anécdota singular al nacer en 1968 Pablo, en un parto del 18 de mayo, dos días después de ser campeones de América por primera vez. Del Club le mandaron una carta para felicitar al primer socio inscripto tras ganarle a Palmeiras en Uruguay.
Cada parada nos seguimos llenando el alma de recuerdos, abriendo los tesoros del corazón. Primera parada en la periferia, Ringuelet, 517 entre 2 bis y 3. Marta Diz muestra su brazo con el tatuaje de un lobito. La ama de casa que en cada clásico miró distinto a la silueta albirroja de Carlos Massei, su marido, que llevó al mayor Carlitos Damián y al segundo Emiliano (nacido en 1986) hacia 1, hasta que nació el último… “y éste me lo dejás a mí”, dijo ella de Mariano, clase 90.
En Berisso, dos casos para matarse de la risa. Con “El Gato” Gustavo Peralta, ex chofer de la 202, tuvo que bancar que Maxi y Noelia le canten dale Lobo a las risas, de un padre que dio una buena razón. “Cuando nació el nene, el papá de Silvia (madre de Maxi) había sido jugador de Gimnasia en 1939, Marquez Viana, vivía en Ensenada y tenía como vecino a «Tito» Montagnoli (papá de DougallMontagnoli, famoso crack mens sana que jugó en Francia), así que le inculcó hinchar por un solo equipo, y además era el primer nieto”. Fue tan fana Maxi que en su propia casa metió a los fanáticos de una Agrupación Azul y Blanca que existió en Berisso. El padre confesaba que “en el fútbol perdemos el respeto, pero yo al menos lo tengo con mi hijo. Que sea de quien sienta, me parece que está muy bien”. Por último, entrevisté a Angel Salvi, del león, y a Sandra Corti, lobezna de las que divierte el espectáculo en el estadio. Fueron al altar pese a las diferencias futboleras, y al nacer los niños soltaron el control. Al varón lo tomó el legado de un abuelo gimnasista. Y papá, haciendo gala de la libertad, lejos de ofenderse por la elección, felicitó siempre a su hijo “porque en la vida tenemos la posibilidad de elegir todo”.
La Plata se prepara para un fin de semana largo con una agenda cultural cargada y marcada por la llegada de grandes artistas. La ciudad recibirá a Andrés Calamaro y a Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, que se suman a los clásicos eventos que cada fin de semana convocan público en distintos rincones del mapa cultural local.
Los shows en vivo del programa Noches Capitalesvolverán a encender el Hipódromo de La Plata, mientras que el Estadio Único será escenario de una doble fecha de Los Fundamentalistas, que agotaron entradas y volverán a confirmar el magnetismo que generan cada vez que pisan la ciudad.
En paralelo, el Teatro Ópera continúa celebrando sus 73 años desde su fundación y suma una programación de lujo. Por su escenario pasarán Catupecu Machu, Piti Fernández y Molotov, en una seguidilla que ratifica al Ópera como uno de los puntos fuertes de la actividad cultural platense.
Los espacios alternativos también tendrán su movimiento. Desafinado Club propone un fin de semana con variedad: Divino Music Festival este jueves, Tony Chavarría el viernes, Hernán Fernández el sábado y un cierre dominical con Julieta Rada.
La oferta se completa con los ciclos de cine en las salas municipales, donde se destaca la proyección de Belén, la película argentina dirigida por Dolores Fonzi y preseleccionada al Oscar. Además, las plazas Rocha, Italia y San Martín volverán a ser escenario de sus habituales encuentros musicales del sábado, que ya forman parte del paisaje cultural de la ciudad.
Con propuestas que van del rock a la música independiente, del cine al aire libre a los conciertos multitudinarios, La Plata se encamina a un fin de semana largo con actividades para todos los gustos y una presencia artística de primer nivel.
La Selección Argentina ya tiene confirmado su camino para el Mundial 2026. En el sorteo realizado en el Kennedy Center de Washington, el equipo campeón del mundo quedó ubicado como cabeza de serie en el Grupo J y enfrentará a Austria, Argelia y Jordania en la primera fase de la Copa del Mundo que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá.
El sorteo marcó el primer paso del recorrido que la Scaloneta deberá afrontar en un torneo histórico, con 48 selecciones y un nuevo formato que amplía el margen de competencia. La presencia de Argentina como líder de grupo era un hecho tras finalizar en lo más alto del ranking FIFA en el último corte previo al evento.
Un grupo variado y con desafíos particulares Austria representa el rival europeo de mayor peso en la zona, con un plantel consolidado en los últimos años y una estructura competitiva que suele incomodar por intensidad y disciplina táctica. Argelia, en cambio, llega como una de las selecciones africanas con tradición mundialista reciente, de juego físico y transiciones rápidas. Jordania completa el cuadro como el oponente asiático, un equipo en crecimiento que sorprendió en los últimos torneos continentales y buscará dar el golpe.
El camino hacia la defensa del título Para Argentina, el grupo aparece accesible en los papeles, aunque la expectativa mundialista vuelve cualquier cruce determinante. En un certamen con formato ampliado, clasificar bien posicionado será clave para evitar rivales de mayor jerarquía en las instancias eliminatorias. El cuerpo técnico confía en la preparación previa y en la base del plantel campeón de 2022, mientras evalúa nuevas alternativas para completar la lista definitiva.
Con el sorteo consumado, la Selección ya tiene brújula y horizonte. A partir de ahora, cada fecha FIFA y cada sesión de entrenamiento estará enfocada en ajustar detalles para llegar de la mejor manera a una Copa del Mundo que promete ser la más grande de la historia.
La antesala del clásico platense empieza a tomar forma y desde el Aprevide confirmaron cómo será el operativo de seguridad para el duelo entre Gimnasia y Estudiantes, que se jugará este lunes en el Estadio Juan Carmelo Zerillo por las semifinales del Torneo Clausura. El encuentro paralizará a toda La Plata y se prepara un despliegue especial para garantizar que la jornada transcurra sin incidentes.
El organismo ratificó que no habrá venta de entradas generales. El Bosque recibirá únicamente a socios y socias de Gimnasia, que deberán presentar carnet, QR habilitado y DNI. Como había informado el club, los hinchas podrán ingresar por las puertas 5, 14, 21, 22 y 23, mientras que la prensa acreditada lo hará por la 23 bis. En caso de emergencias también se habilitarán las puertas 38 y 39. Las autoridades recomendaron llegar temprano, ya que habrá controles estrictos y aplicación del derecho de admisión mediante dispositivos digitales.
La apertura del estadio será a partir de las 13, cuatro horas antes del inicio del partido. El operativo prevé un corredor seguro y verificaciones permanentes en los accesos, en un contexto en el que la demanda y el clima clásico suelen multiplicar la afluencia de hinchas en los alrededores del Bosque.
Un despliegue de seguridad con más de 800 personas afectadas Desde el organismo de seguridad provincial informaron que el operativo contará con 650 efectivos de la Policía bonaerense, además de 65 agentes de seguridad privada, 135 trabajadores de Utedyc, camiones de Bomberos y un esquema de asistencia médica conformado por cuatro ambulancias de alta complejidad. El dispositivo se articulará con personal municipal y controles de tránsito para ordenar la circulación en las calles aledañas.
Un clásico que exige máxima atención La magnitud del partido, sumada al contexto de semifinales, obliga a un despliegue reforzado. Gimnasia buscará meterse en la final ante su gente y Estudiantes intentará sostener la racha positiva de los últimos cruces. Con el operativo confirmado y las puertas del Bosque listas, la ciudad ya vive la cuenta regresiva para uno de los encuentros más importantes del año.
ATE encendió todas las alarmas ante el inminente vencimiento de más de 70.000 contratos estatales el próximo 31 de diciembre y denunció que el Gobierno nacional avanza con una nueva ola de despidos.
La conducción del gremio, encabezada por Rodolfo Aguiar, sostiene que la administración de Javier Milei profundiza el llamado “Plan Motosierra”, con el objetivo de reducir otro 10% la planta de personal en 2026.
La preocupación escaló luego de la reestructuración del Gabinete. La coordinación entre Manuel Adorni y Federico Sturzenegger habilitó una nueva revisión interna que, según fuentes oficiales, mantiene una lógica de recortes permanentes. Desde el Ejecutivo reconocen que “la motosierra es constante” y remarcan que, desde el inicio de la gestión, ya se eliminaron 58.797 puestos en organismos centralizados, descentralizados, fuerzas militares, de seguridad y empresas públicas.
Frente a ese escenario, el gremio exigió la renovación inmediata de todos los contratos y decidió adelantar su plan de lucha. El paro nacional, previsto inicialmente para el día en que se debata la reforma laboral, se realizará finalmente el 9 de diciembre. ATE afirmó que la decisión responde al avance sobre organismos estratégicos como AFIP, Anmat, Conicet, Indec, Anses, INTI y Enacom, sectores donde ya se registran señales de nuevas desvinculaciones.
Un diciembre cargado de tensión sindical
ATE también alertó que podrían producirse recortes asociados a la eliminación de los registros automotores y a las privatizaciones que el Gobierno mantiene en carpeta, lo que agita aún más la incertidumbre entre los trabajadores. En paralelo, el gremio definió que durante diciembre se llevarán adelante medidas de fuerza sorpresivas, en respuesta a lo que consideran un ataque directo al empleo estatal.
Críticas al Consejo de Mayo y un diálogo empantanado
Aguiar apuntó además contra el Consejo de Mayo, al que calificó como “una encerrona para el sindicalismo”. Según el dirigente, las reuniones con funcionarios del Ejecutivo no lograron avances ni propuestas concretas, lo que confirmaría que el diálogo institucional se encuentra en punto muerto.
Con miles de contratos pendientes de renovación y un clima político cada vez más áspero, diciembre se perfila como un mes clave para el futuro de los trabajadores estatales y para la conflictividad que atraviesa al sector público en todo el país.
La Plata llega al fin de semana extra largo bajo un escenario marcado por altas temperaturas, pero con la posibilidad de un cambio de tiempo que podría traer alivio progresivo entre el domingo y el lunes.
El viernes se sostiene como uno de los días más pesados de la semana, con una mínima de 22 °C y una máxima que trepa hasta los 33 °C. El cielo permanece parcialmente nublado y el Servicio Meteorológico Nacional advierte que podrían desarrollarse tormentas aisladas hacia la noche, con una probabilidad cercana al 40%. Aunque los vientos se mantendrán leves, la sensación térmica volverá a ubicarse en valores altos, lo que prolonga el escenario agobiante que se instaló en la región.
El sábado marca el inicio del descenso gradual. El día comenzará con un cielo parcialmente nublado, pero con el correr de las horas irá dominando la nubosidad hasta cubrir por completo la ciudad durante la tarde y noche. Las temperaturas acompañarán esa tendencia, con una mínima de 19 °C y una máxima que bajará a 28 °C, ofreciendo un respiro después de varias jornadas intensas.
El domingo llegará con más nubes y menos calor La jornada del domingo mantiene la tendencia a la baja: el cielo se presentará mayormente nublado y las temperaturas oscilarán entre los 15 °C y los 25 °C. Los vientos seguirán suaves y la ciudad transitará un día más fresco que permitirá recuperar algo de aire después de un tramo sofocante.
El lunes cierra el feriado con condiciones más estables El último día del fin de semana largo repetirá el tono gris. El cielo nublado será el protagonista, acompañado por vientos leves y marcas térmicas que irán de los 17 °C a los 25 °C. Aunque no se espera un cambio drástico, el alivio térmico se sentirá luego de una semana en la que el calor dominó por completo la escena.
La Plata, así, se prepara para un cierre de fin de semana más respirable, con temperaturas moderadas y la posibilidad de dejar atrás, al menos por unos días, la racha de calor extremo.
En los últimos días, se intensificó el descontento de vecinos de La Plata ante los festejos de estudiantes secundarios —en particular los llamados Último Último Día (UUD)— que se realizan de madrugada, con bombos, pirotecnia y estruendos que impiden dormir.
Los residentes de zonas céntricas, como los alrededores de Plaza Moreno, relataron que “todas las noches, alrededor de las 5 de la mañana”, escuchan detonaciones de bombas de estruendo, lo que transforma el descanso en algo imposible. Algunos admiten haber llamado a la policía sin éxito, y advierten que si la situación no cambia, algunos vecinos podrían reaccionar por su cuenta.
Si bien reconocen que los estudiantes tienen derecho a festejar, los vecinos cuestionan el horario, la magnitud del ruido y la falta de control: además de los estruendos, denuncian suciedad dejada en plazas, consumo de alcohol, disturbios y la presencia de jóvenes “entrando alcoholizados y gritando”.
Frente al desborde, piden acciones concretas a las autoridades municipales: que se regulen los horarios, que se limite el uso de pirotecnia, y que se implementen controles efectivos para garantizar el descanso y la tranquilidad de quienes viven en la ciudad.
La Plata puso en marcha la inscripción oficial para participar de la tradicional quema de muñecos, una de las celebraciones más representativas de la ciudad y un ritual que cada diciembre moviliza a miles de vecinos.
Desde esta semana, los grupos interesados pueden presentar su propuesta y solicitar la autorización municipal para construir y encender su momo en la noche del 31, en un evento que cada año combina creatividad barrial, humor y una fuerte identidad comunitaria.
La convocatoria incluye la carga de datos del responsable, un boceto del muñeco, el nombre elegido y la ubicación prevista para su armado. A partir de esa presentación, el municipio inicia un proceso de verificación que determina si el proyecto cumple las condiciones necesarias para garantizar la seguridad tanto de los participantes como del público.
Con el correr de los días, los barrios comienzan a darle forma a sus estructuras y a recuperar ese espíritu colectivo que caracteriza a la fiesta platense de fin de año.
La nueva edición llega en un contexto donde muchas familias buscan alternativas accesibles para celebrar, y la quema se presenta, una vez más, como una propuesta que combina tradición, expresión popular y un fuerte sentido de pertenencia.
El proceso de habilitación incluye un control sobre las dimensiones de cada obra y la distancia de seguridad respecto de cables, árboles o construcciones, lo que determina si el momo puede ser levantado y encendido sin riesgos. Una vez superada esa instancia, el proyecto queda autorizado y se suma al recorrido que cada 31 reúne a miles de personas en distintos rincones del Partido.
El desafío de sostener una tradición platense La quema de muñecos se convirtió con los años en un sello cultural que diferencia a La Plata y que creció tanto en convocatoria como en producción artística. Cada edición exhibe trabajos que combinan sátira política, personajes del año, figuras de la cultura pop y propuestas más artesanales surgidas del esfuerzo de los barrios.
Esa construcción colectiva genera un clima de expectativa que suele extenderse durante todo diciembre, con visitas al armado, fotos, votaciones y recorridos espontáneos que preparan la noche final.
Autorización, seguridad y el espíritu de los barrios El proceso de inscripción no solo ordena la participación sino que también garantiza que cada quema pueda realizarse bajo condiciones adecuadas. Las inspecciones previas determinan si el espacio elegido cuenta con el perímetro necesario para evitar incidentes y si el diseño del muñeco puede mantenerse estable hasta la noche del encendido.
Con el correr de las semanas, las listas de habilitados se transforman en un mapa que anticipa los puntos de mayor concentración y que permite a los vecinos organizar sus recorridos para despedir el año.
La ciudad vuelve así a activar uno de sus rituales más esperados, donde la creatividad y el trabajo comunitario se encuentran en una misma noche. Con la inscripción ya abierta, los barrios comienzan una cuenta regresiva que cada año renueva una de las tradiciones más potentes de la identidad platense.