El jugador que no es captado en los clubes se integró a las diversas opciones de organización privada. La Selección abrió su 28ª temporada y tuvo un grito de campeón: Ambulancia. Reseña de una propuesta familiar que requiere compromisos
El ocio y el disfrute, el compromiso con el equipo y con el cuidado del cuerpo. Un combo donde no falta el premio. En La Plata, cuna de extraordinarios profesionales, y ciudad popular por su Liga Amateur Platense desde 1913, allá por los años ’80 empezó con la disputa de partidos y torneos en distintos formatos, y con reglas propias en cada espacio alternativo, privado, con ambulancia y seguridad, que claramente requiere de un costo monetario para la inscripción.
La Selección aparece en nuestra tierra de los vigentes campeones del mundo. Una marca registrada que nace en 1997, en Arana, y se mudó a la Ruta 36 y calle 32, zona de Melchor Romero, donde están desde 2020. Anotador en mano, este cronista deja atrás el calor del cemento platense para redescubrir qué dice la vida en aquel verde periférico. Y fue un placer.
Buffet, en las paredes los cuadros de las Copa del Mundo 1978, 1986 y 2022, Kempes, Maradona, Messi; la TV en un canal deportivo, y las familias de los jugadores se acomodan en esas mesas donde el tema es la vida, entre bebidas, hamburguesas o el kit matero. Horizonte con nueve campos de juego, bien marcados, redes blancas y tirantes, pelotas nuevas, y gente con la camiseta del staff atenta a todo, sobre todo a las discusiones (ya se sabe, el fútbol parece a la política y enciende la ira). Dos niveles o categorías, Libre y Seniors. La premisa es jugar. Por allá, sabio en experiencias, un “bochinesco” jugador rinde honor a lo que el 10 eterno del Rojo decía hacer para brillar: “Me paro donde no hay nadie y se la doy a uno que esté solo”.
CALOR DE FINAL
Se adeudaba una final del año pasado y en el segundo fin de semana del 2025 arribó “rápido” el primer trofeo, de un equipo de particular nombre: Ambulancia. Son amigos de Berisso, amantes del espectáculo y con bandera propia. En el crepúsculo del sábado 15 de febrero pudimos apreciar un partido que remontaba a los barrio contra barrio, y en la cacha cercana a un vestuario donde se lee «Somos rivales, no enemigos», restaban 5 minutos y el cero se quebró por Gerónimo Trybus, el 10, colocando la bocha en la red de un tiro libre magistralmente ejecutado, a lo Messi. Después, el mismo Trybus y el «Kape» Camillieti (jugador y motivador del grupo) llevaron la Copa al resto de sus compañeros como lo hizo en su ritual el seleccionado nacional al recibir la copa en Qatar (aquí se entregó una réplica de la World Cup).
Lucas Martínez fue el técnico. “Si no lo disfrutás no sirve”, pregona en voz alta. “Queríamos cambiar el aire del grupo y nos encontramos cómodos en La Selección”.
Los once del campeón: 1 Gonzalo Brandan, los centrales Ignacio Astrobbie (2) y Nahuel Villan (6), los laterales Agustín Giachero (4) y David Rocha (3); el mediocampo Braian Díaz Cufre (8), Franco Camilletti (5), Darian Cufre (11); el enganche Geronimo Trybus (10); los puntas Jorge Pospisil (9) y Franco Barbe (7). Suplentes: Franco Naon, Julián Coralli. Tomás Barbe, Dante Pospisil, Juan Ganem, Leandro Greco y Juan Fernández.
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HABLA COMO UN CAMPEÓN
“Por cuestiones laborales no pude seguir en la Liga, pero me uní a los chicos para seguir jugando, eso no se puede abandonar, el fútbol es vida, es familia y es grupo”, tiró Darian Cufre, quien en 2017 saltó a la primera de Estrella y a fin de año logró el campeonato en un triangular desempate contra Alianza y CRIBA. El muchacho clase 1992 recordó a Christian Serrano, entrenador de aquella “Cebra” que puso garra y calidad en la Liga, el mismo DT que hoy figura en la galería de tricampeones de Estudiantes de La Plata con su labor como analista táctico de video.
Darian sumó a su hermano Brian Cufré y a su sobrino Dante Pospisil, su vez familiar de otro titán con historia en la zona, “El Colo” Pospisil (ex CRIBA y Villa San Carlos), que dio vuelta el número y pasó de 6 a 9 en este Ambulancia que cumplió su plan triunfal.
Anécdota: hace un tiempo atrás hubo una familia Cufre, que regó de sudor el torneo de La Selección, con padre y sus dos hijos como titulares, integrantes de uno de los equipos ya disueltos, Oktubre.
NOMBRES DE FANTASÍA
No son asociaciones civiles, ni clubes de barrio, pero los competidores se esmeran en presentarse con buena ropa. La inscripción requiere de un nombre, y recordamos que cuando La Selección empezó tuvo equipos como Nafta, Efedrina, Farm-X. Podríamos realizar una nota divertida con estos casos, pero bueno es nombrar a otros que copiaron lo bueno. Zubeldía. Así se llamó un equipo que llevó el nombre del DT revolucionario.
Cobreloa fue otro histórico, con un cuarteto de jugadores con hilo en el carretel de AFA, juveniles del Lobo: Facundo Besada, Sergio Daher, Martín Menghini, y un crack que era la manija, Martín Gamero.
En los últimos tiempos, una particular presencia: El Semillero. “Llevamos cinco años jugando, cuatro en el predio La Selección. llevamos este nombre por el Centro de Fomento 12 de Setiembre, donde nos iniciamos. Sus colores son sagrados y los seguimos defendiendo”, cuenta Matias Postiglione, conocido por “El Turu”, que disfruta de este tipo de competencias, tras cerrar una etapa tan exigente como atesorada a fuego: en 2009 jugó en la Reserva del Pincha.
Perlita: Este año en el fútbol infantil de LISFI, el popular «12» ya salió a la cancha con una camiseta inspirada en estos muchachos de El Semillero. Hace un par de años, los dirigentes del Club de Berisso invitaron a un par a la fiesta aniversario. Y para los ahora adultos fue volver a la infancia.
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SANGRE DE ARBITROS
Maximiliano Altavista, padre de trillizos (con una hija en primera de Racing, y un varón en cuarta de Agropecuario) es el orgulloso director deportivo del Torneo La Selección. En su etapa de solero se recibió de árbitro con el recordado Jorge Vigliano (referí de AFA) y lo que mamó del recordado “Pelado” le dio suficiente valor para ser asistente del Nacional B. Maxi y su hermano Mariano Altavista (también árbitro, aún en actividad) le dieron una impronta a esta fiesta, aunque el más chico se mudó a CABA y dejó la febril organización del campeonato amateur.
Se distinguieron desde un principio con otros al jugar con off side, teniendo la cantidad de asistentes para hacerlo. La duración de los partidos sigue como en el principio, con 30 minutos por tiempo.
SORPRESAS MUNDIALES
Horacio Elizondo dirigió dos finales, en 2001 La Coruña y El Deportivo; en 2002 Muñiz y El Decano. La movida de La Selección generó más atracción, aunque las designaciones esporádicas se dieron en un momento, con un pico histórico de inscriptos.
No avisarle a los equipos fue el modus operandi, que llevó a unas gratas sorpresas. Se recuerda que Horacio (hombre que ya era nivel internacional) llegó al predio y más de uno se tragó la lengua. “Che, mirá que parecido que es a Elizondo…” Al instante, los rivales iban a pedirle fotografías y así, el resultado parecía quedar en un segundo plano. Más tarde, el tipo dirigiría la final del Mundial de Alemania 2006.
Después siguieron otras figuras arbitrales: Héctor Baldassi, Roberto Ruscio y Angel Sánchez volvió del Mundial de Corea-Japón y la primera vez que se volvía a vestir de árbitro es en La Selección.
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